Tratar de que esto no suene como una crítica a la Iglesia sería como tratar de no mojarme si me caigo de un barco en pleno océano. Sabiendo esto quiero aclarar, y espero no en vano, que tengo un punto de vista relativamente neutral y que trataré de guiarme por lo histórico.
El emperador Dioclesiano lleva a cabo la última gran persecución contra los cristianos en el Imperio Romano de Occidente. Esto fue en el año 303 d.C.
Luego llega el Emperador Constantino I. Éste llevará a cabo una serie de nuevas leyes que permitirán a los cristianos vivir en paz dentro de el territorio del Imperio.
El mito dice que Constantino sufría de lepra. Ya en su lecho de muerte, tiene un sueño, en el que ve a los dos apóstoles Pedro y Pablo. Éstos le dicen que bautizándose y convirtiéndose al cristianismo se curará de su padecimiento.
Al día siguiente corre a encontrarse con San Silvestre I, jefe Papal en aquel entonces y le cuenta sobre el sueño. Es aquí cuando Constantino le pide que lo bautice para curarlo.
Ya curado el Emperador, procede entonces a devolver el favor por haber sido sanado.
En el año 313, Constantino promueve la libertad de religión dentro del Imperio Romano, por medio de un edicto firmado en Milán. Este documento también decía que la Iglesia poseía el poder de la ciudad de Roma, todas las provincias, estados y países bajo el control del Imperio y forzaba a sus sucesores a respetar los derechos de esta institución religiosa.
Pero es aquí donde empiezan las incongruencias. Cómo un Emperador mundano podía entregarle a la Iglesia el poder religioso absoluto, si éste solo puede venir de Dios? Una donación mundana, para una institución no mundana?
La verdad no se saben las razones por las cuales Constantino el Grande estuvo a favor del cristianismo. Probablemente por convicción propia, o las intenciones eran buenas y quería terminar con esa riña religiosa en el Imperio. O simplemente trato de sacar provecho de la rápida expansión que el cristianismo estaba teniendo en el momento, y así aprovecharlo para su futura imagen.
Sea cual sea el caso, el primer indicio de que el “Edicto de Milán“ fuera usado, tiene lugar por el año 754 cuando Esteban II le pide a Pipino “el Breve“ ayuda para combatir a los lombardos que amenazaban Roma. Este Papa es el primero que se basa en el “regalo de Constantino“.
Ya en el siglo XV se pudo constatar, por medio de Lorenzo Valla, que este documento, que supuestamente Constantino había otorgado a San Silvestre, era falso. Se cree que fue creado entre los años 750 y 850, época en donde las falsificaciones del medioevo estaban a la orden del día.
Actualmente el Papado se basa en el Patrimonium Sancti Petri, al haberse quedado sin “donación de Constantino“.
Me parece bastante interesante como este documento le dio tanta fuerza a la Iglesia, en un tiempo en el que Europa era una montón de retazos. La inestabilidad política, territorial y religiosa se hacía cada vez más grande. Sea cual sea el caso, Europa consigue una estabilidad, bastante Teocéntrica a mi parecer, pero estabilidad al fin y al cabo.
No obstante, es probablemente una de las mayores falsificaciones religiosas de la historia, hasta hoy comprobada.
Una fotografía dice más que mil palabras, y esta seguro habla por sí sola.
