Tres cigarros le dieron la victoria a la Unión en Antietam

viernes, 20 de abril de 2012

Un pequeño error puede ser fatal. Y más si se trata de una guerra. Hay muchas cosas en juego, como la reputación, vidas humanas y la victoria (siendo ésta el objetivo principal de toda guerra).  Así lo aprendió Robert E. Lee y su ejército de confederados en 1862. 

En la mañana del 13 de septiembre del mencionado año, un vasto ejército de la Unión, liderados por el general George B. McClellan perseguía al ejército Confederado en Maryland. Lee se proponía a invadir el norte. 

El ejército de la Unión llegó hasta un pequeño campo, donde días antes, se había refugiado el enemigo. 
Cuando un grupo de soldados se tumbaron cerca de un árbol, vieron que había un pequeño papel, el cual envolvía 3 cigarros. Felices por ello, los desenvolvieron para fumárselos. Pero cuando se disponían a tirar el papel que los envolvía, otro soldado se percató que éste tenía algo escrito. Nadie se había dado cuenta que en ese pequeño papel estaba el destino de muchas vidas y la ventaja en favor de la Unión. 
Lo que en realidad habían encontrado eran las ordenes del general Robert Lee para avanzar hacia el norte. Probablemente, en algún descuido, los confederados lo perdieron y cayó en manos enemigas. 
Cuando el general McClellan se enteró, terminó con el descanso y ordenó moverse con rapidez hacia el riachuelo Antietam, lugar donde se había atrincherado Robert Lee y su ejército. 

Con 23 000 bajas en un día, la batalla de Antietam es considerada una de las batallas más sangrienta de la Guerra de Secesión estadounidense. 
Esto no solo decidió la suerte en favor de los estados del norte he hizo retirar al general Lee de regreso al sur, sino que le dio una victoria táctica a la Unión y la seguridad suficiente al presidente Abraham Lincoln para anunciar su “Proclamación de la Emancipación“ unos días después. 

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